CHIPES AL SOL
Mauricio Vallejo Dos chancletas todas chucas pie de hule y boca de pato estaban panza abajo de garrobos por el basural. -Vé que estamos uniformados. Le dijo una a la otra con risa de melcocha de niño de atocha.La carrazón pasaba echando el juelgo negro y poniendo las nalgas creídas. Les habían salido espinillas y sudaban pegajoso. Aquello ahí bien chipe. Sin sombra. -...Y yo, a dónde está Cristo -Mirá esas maliciosas. Unas señoras iban pata arrastrada con unas sus chanclas de cuero de chivo que no quería morir, al otro lado de la calle que tiene joroba y está dormida como niño. Los cipotes que venían de la escuela pasaron entre la basura del basural tirando patadas hasta desapartar a las dos mironas boca de pato. La diestra cayó patas arriba para ver el sol de astrónoma que no era. -Mirá que bichos -Si, vos. ¿Y yo no sé ni porqué estamos aquí? -¿No sabés? -No. -Nos guardaron y con encantamiento nos aparecieron en el campo. -¿Campo? No fregués, si hay van los carros. -Sí, pero aquí es e